Cuando hablamos de apuestas deportivas, hoy en día casi siempre unidas al término online, no podemos evitar introducirnos tímidamente en el mundo de las probabilidades y, por tanto; en la estadística y las matemáticas. Todos hemos oído alguna historia de grandes estadistas vetados en casinos de todo el mundo, aunque en un plano más mundano, sin duda unas nociones básicas de estadística y probabilidades son necesarias para realizar apuestas deportivas. Por supuesto, sin olvidarnos de algo básico: un conocimiento profundo del deporte en cuestión y la situación actual de los mercados y los distintos equipos o deportistas a los que se apuestan. También, hay cosas como los beneficios ofrecidos en codigo-bonus-apuestas.es que pueden hacer que la experiencia de apuestas sea más agradable, aunque ciertamente no puedan aumentar la probabilidad de ganar.
La probabilidad mide la certeza de un suceso que va a ocurrir en el futuro y suele expresarse con porcentajes. Utilizamos este concepto estadístico cada día, en nuestras acciones más habituales, como por ejemplo al consultar el tiempo que va a hacer por la mañana: “50% de probabilidades de lluvia”, por ejemplo. Por tanto, existe un 0,5 de probabilidades de que llueva, las mismas de que no lo haga. Además, se aplica la regla de la multiplicación, esto es, cómo de probable es que dos o más eventos tengan lugar y siempre y cuando estos sean independientes desde una perspectiva estadística. Esta probabilidad equivale a la multiplicación de sus posibilidades individuales.
El valor esperado, también denominado esperanza matemática, consiste en la suma de esta probabilidad que hemos explicado si le multiplicamos el resultado de ese evento o suceso. Por ejemplo, hemos apostado 2 a 1 por acertar si va a llover o no. La probabilidad de acertar es, por tanto, de 1 entre 2 y el valor esperado es de 2 x (½) = 1. Por tanto, se trata de una apuesta neutra. Si es menor de 1, el juego sería desfavorable para el jugador y si es mayor de 1, favorable.
Imaginemos una cuota de 2.20 en un evento de fútbol en el que la probabilidad de que gane tu equipo es del 50% (2.20 x 0.5 = 1.10), por lo que esta apuesta es beneficiosa para el jugador. Por supuesto, un evento deportivo no se puede pronosticar como si hablásemos de la lluvia, ya que los datos estadísticos son múltiples y las circunstancias pueden cambiar por simple azar, aunque siempre es recomendable valorar todas estas opciones para realizar las mejores apuestas, ya que la suerte en pocas ocasiones va a venir sola sin trabajo previo de investigación.
La probabilidad es, por tanto, el porcentaje que se calcula con esta regla matemática: 1/cuota del evento x 100. Si tenemos una cuota de 3.80, por ejemplo, la probabilidad de que gane dicho equipo sería: 1 / 3.70 x 100 = 27%. Por supuesto, las cuotas más altas de las casas de apuestas corresponden a las probabilidades más bajas de que dicho resultado tenga lugar, quienes tienen un conocimiento muy profundo de todos estos conceptos estadísticos, ya que es su propio negocio.
La clave para encontrar un balance entre el control de las casas de apuestas y el dominio de las apuestas deportivas consiste en la constancia, tanto en la técnica de colocar apuestas como en el conocimiento teórico de todo lo relacionado con los eventos deportivos donde se quiere apostar. Y no nos hemos de olvidar de un último toque de suerte, que nunca está de más.
